Muchos debemos conocer la película animada de 1953, la cual se trata de un niño que no crece. El síndrome de Peter Pan se basa en una persona que nunca crece, en cuanto a pensamiento, personalidad y actitudes. Si bien, no es un diagnóstico psiquiátrico en sí, si existe, y, a pesar de que sea divertido tener a alguien infantil y juvenil, el síndrome va más allá de ellos.
¿Qué es el síndrome de Peter Pan?
El síndrome de Peter Pan es definido como un conjunto de rasgos caracterizados por una gran inmadurez emocional en la edad adulta. Esto quiere decir, que la persona presenta una discordancia entre su edad cronológica y su edad emocional.
Una persona que padece este síndrome se resiste a tener responsabilidades de un adulto y/o presenta ciertas actitudes que no son acorde a su edad.
Cabe recordar que este síndrome no es un diagnóstico, tampoco presenta criterios para diagnosticarlo, sino que es un perfil que resulta de la experiencia clínica de los profesionales de la salud mental.
Síntomas del síndrome de Peter Pan
Como mencionamos anteriormente, el síndrome se caracteriza por una persona con actitudes, pensamientos y emociones discordes a la edad, con una tendencia a evitar las responsabilidades adultas. Además, existen otros signos y síntomas que caracterizan a este síndrome, entre los más importantes encontramos:
- Poca tolerancia a la frustración, por lo que tienden a enojarse cuando las cosas no resultan como ellos quieren, pudiendo incluso, dejar la tarea sin terminar.
- Mentir con frecuencia, con lo cual intenta conseguir hacer lo que ellos quieren.
- Evitan comprometerse con otras personas, por presentar un miedo indescriptible al compromiso.
- Son impulsivos, no piensan en las consecuencias de sus acciones.
- Presentan una inestabilidad a nivel emocional, sin saber decir cómo se sienten, pudiendo fluctuar así el estado de ánimo.
- Viven en una eterna adolescencia, evitando cualquier responsabilidad que se relacione con la vida adulta.
- Poseen una autoestima baja, lo cual resulta de situaciones en las cuales no se conocen a sí mismo.
Causas del síndrome de Peter Pan
Según varios estudios, el síndrome de Peter Pan tiene una causa principal que deriva de la infancia, una excesivamente feliz infancia en la que la persona la idealiza o, por el contrario, una infancia completamente infeliz, en la cual la persona carece de afecto. En el primer caso, la persona intenta inmortalizar dichos momentos felices viviendo una eterna niñez. En el segundo caso, la persona busca recuperar todo ese tiempo perdido, volviendo o manteniéndose en su niñez. También, se considera que puede ser consecuencia de una infancia permisiva y sin responsabilidades.
Consecuencias del síndrome de Peter Pan
A medida que pasa el tiempo, una de las mayores consecuencias que experimentan las personas con el síndrome de Peter Pan es el sentimiento de vacío, sensaciones de insatisfacción y una vida sin realizar. Además, también experimentan fluctuaciones emociones causadas por su misma inmadurez, inseguridad y baja autoestima.
Por lo general, estas personas suelen ser frías, lo que provoca que con el paso de los años terminen solo o basando su vida en la realidad virtual. En esta última, las personas con síndrome de Peter Pan encuentran su zona de confort para refugiarse, evitando la realidad.